La misteriosa cabeza de un Obispo en la iglesia de Santa Catalina Mártir
La misteriosa cabeza de un Obispo en la iglesia de Santa Catalina Mártir
A la derecha de puerta de acceso a la iglesia de Santa Catalina Mártir podemos ver tres arcos ojivales o apuntados que corresponden a tres antiguos arcosolios (capillas sepulcrales) que fueron cegados durante la reforma del templo en el s. XVIII utilizando para ello diversos materiales de relleno.Y mirando con más detalle, entre ese material de relleno, encontramos una pieza escultórica muy curiosa y llamativa
De los tres arcosolios, hay dos en los laterales que están actualmente tapiados de manera muy sencilla. Pero el que hay justo en el centro está cegado con una mezcla de piezas arquitectónicas y decorativas de origen gótico, piedras de mampostería, sillares y diferentes partes de una escultura, entre la que destaca una cabeza.
Pero primero, para ponernos en contexto y conocer por qué se tapiaron estas capillas exteriores, hay que explicar que las obras para cegarlas se llevaron a cabo en el momento de la reforma barroca que fue realizada entre 1740 y 1785 por el arquitecto valenciano Felipe Rubio Mulet, que es el autor también de la antigua Casa Aduana Real, actual sede del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana de la calle de la Justicia, enfrente de los jardines de la Glorieta.
Fue precisamente cuando Felipe Rubio Mulet realizó la renovación completa de la iglesia de Santa Catalina, incluyendo el derribo del antiguo campanario, cuando se decidió cerrar las capillas sepulcrales que daban a esa parte de la plaza. Y para llevarlo a cabo, se optó por utilizar todo tipo de piezas de los derribos y que estaban en la parroquia.
Y esta cabeza, así como el resto de fragmentos de una escultura que está prácticamente completa y que se podría recuperar perfectamente, pertenecía a San Eloy, un obispo que nació en Chaptelat, un municipio situado en la región Lemosín, Francia, en el año 588. Es conocido por ser obispo de Noyon, un municipio del departamento del Oise, capital de distrito en la región de Picardía de Francia.
De hecho, si observamos con detenimiento la cabeza de piedra, podremos ver que lleva una mitra, que está parcialmente rota. Esta mitra, banda o turbante, es el característico tocado con el que cubren su cabeza durante los oficios litúrgicos aquellas personas con dignidad episcopal.
Y como curiosidad, cabe decir que la actual cabeza de piedra que podemos ver aquí es en realidad una réplica que sustituyó a la original, que sería posiblemente del s. XV o XVI, durante los trabajos de restauración de la iglesia.
La cabeza original estaba custodiada en la primera capilla que hay entrando a mano derecha, dedicada actualmente a San Antonio de Padua, guardada dentro de una vitrina. Lamentablemente, no se conserva porque fue robada, con nocturnidad y alevosía en el año 2005. Desde entonces nada más se sabe de ella.
San Eloy, además de obispo fue también orfebre y acuñador. De hecho, es famoso por ser el santo patrón de plateros, orfebres, joyeros, herreros, metalúrgicos y numismáticos. Y su fiesta se celebra el 1 de diciembre.
San Eloy fue aprendiz en un obrador de platería, donde se formó en el oficio de forma aventajada, alcanzando gran perfección. Tal es así, que la casa real francesa le encargó la realización de una silla de oro y plata cuyo magnífico resultado le otorgó fama y renombre. Se le atribuyen, además la ejecución y ornato de diversos sepulcros y mausoleos de santos.
Y su presencia en la iglesia de Santa Catalina se debe precisamente al hecho de que la calle que está situada justo enfrente fue en su día la calle de los plateros, llamada Martín Mengod desde el año 1921 en honor al periodista y político valenciano Juan Luís Martín Mengod.
Esta calle Platerías o Argentería, recibió este nombre en la Edad Media por la presencia en la misma, y en otras calles cercanas, de los talleres de los plateros y los obradores de los orfebres. Aquí estaban las casas-taller obrador en las que trabajan y vivían estos artesanos.
Por este motivo, la antigua portada gótica, eliminada después de la mencionada reforma barroca, tenía un San Eloy, como patrón de estos artesanos que vivían y trabajan al lado de esta iglesia.
Así pues, la Cofradía, Arte y Oficio de Plateros de Valencia tenía en un principio su capilla en honor a San Eloy en la iglesia de San Agustín, al que veneraban en una cofradía compartida con el gremio de herreros y albéitares.
Fue ya a partir del año 1298 cuando se estableció en la iglesia de Santa Catalina una capilla bajo la advocación San Eloy, que contaba con una figura del patrón realizada en plata, y que originalmente estaba situada en la primera capilla del lado del Evangelio, junto al acceso a la sacristía.
En esta capilla, que existió hasta la desaparición de este gremio a finales del siglo XIX, es donde el gremio celebraba las ceremonias por las almas de los cofrades difuntos, se oficiaban las fiestas en honor del santo, celebradas los días 24 y 25 de junio, conmemorando su nacimiento, dotándola la cofradía de todos aquellos enseres necesarios para el culto, tales como cálices, vestiduras sacerdotales, libros sagrados, lámparas y cualquier otro objeto litúrgico.
Y si entráis a visitar la iglesia, debéis saber que la antigua y desaparecida capilla de San Eloy está dedicada actualmente a Santa Catalina de Alejandría.